El Combate de Angamos: Breve crónica de una hazaña

Impactos: 124
Por: Leonardo Ysla Heredia
El combate de Angamos es uno de los hechos más relevantes de la Guerra del Pacífico, probablemente es el episodio más comentado de esta Guerra en las aulas peruanas. Hoy en día, casi al llegar a mis 50 décadas de vida, me parece cuestionable como se ha transmitido durante años en las aulas escolares la historia de la guerra con el vecino del sur, pareciendo limitarse tan solo al combate de Angamos, la batalla de Arica y un par de hechos más. Sin embargo, la Guerra del Pacífico fue un conflicto armado que se dio entre los años 1879 y 1883, exactamente cuatro años, y casi tres de esos años, la capital de nuestro país fue ocupada por el ejército chileno, con su bandera flameando sobre el edificio más importante de nuestro país: el Palacio de Gobierno.
Pero, respecto a la Guerra del Pacífico, lo que nos lleva al presente artículo es la culminación de la campaña naval, aquella que, si bien es cierto inicia con el combate naval de Chipana (de resultado incierto), tiene su punto más relevante para los peruanos en las correrías del Huáscar. Son estas correrías las que hacen más admirable el sacrificio de Grau y su tripulación, aquel lejano 8 de octubre de 1879. Durante casi cuatro meses, el Huáscar mantuvo en jaque a la escuadra y el gobierno chileno; destruyendo, capturando, hundiendo varias lanchas chilenas, así como bombardeando importantes instalaciones portuarias enemigas.

Ocupación del Ejército Chileno a Lima.
No se debe olvidar que la escuadra chilena después del hundimiento de la Independencia en Punta Gruesa contaba con una apabullante superioridad númerica, teniendo dos blindados con el triple de toneladas métricas que el monitor Huáscar. La captura del vapor Rímac por parte del Huáscar, el 23 de julio de 1879, determinó la caída del ministro del interior y del jefe de la escuadra en Chile; de ahí en adelante la estrategia naval chilena cambiará completamente. El Huáscar debía ser destruido.
Angamos es la cúspide en la carrera militar de Grau y de su valerosa tripulación, que, evitando sea más desastrosa la derrota peruana, decidió que la corbeta Unión evitará formar parte del combate y así no cayera en poder de los chilenos. El Huáscar recibió 24 proyectiles, lo que hizo que el buque quedara tres veces sin mando. Al final, junto con Grau, 33 valientes dieron su vida en esta inmortal gesta.
La escuadra chilena que había sido humillada durante meses, no encontró mejor venganza que impedir el hundimiento del Huáscar después del combate, su intención era clara: utilizar al otrora monitor comandado por el almirante Grau, pero ahora con bandera chilena. Así es, durante la guerra del Pacífico, el Huáscar combatió tanto con bandera peruana como con bandera chilena, sin embargo, ya con esta bandera, el Huáscar nunca pudo repetir las brillantes actuaciones realizadas mientras estuvo bajo el mando de Grau.

Muy poco se comenta mucho, quizá solo en círculos académicos, sobre el sacrificio de Grau. Y pocas veces entendemos la relevancia de sus acciones: aún teniendo todo en contra, fue capaz de hacer frente a las adversidades y brindar esperanzas a toda una nación. Es tan relevante la actuación de Grau y el Huáscar antes de su captura en Angamos, que se puede afirmar de manera tajante que, con su derrota, Perú pierde la Guerra del Pacifico, la cual efectivamente acontecerá casi cuatro años después.
Hoy en día el monitor Huáscar no es solo una reliquia, es también un trofeo de guerra en posesión del vecino país del sur, que lamentablemente nunca regresará a aguas peruanas (técnicamente es imposible que esto suceda, llevaría irremediablemente a la destrucción del buque) como irresponsablemente han ofrecido algunos políticos; sin embargo, en nuestros corazones siempre debe perdurar la imagen de un navío cuyas hazañas hicieron que fuera admirado en diversas partes del mundo, incluso por sus propios enemigos, y eso, lo hizo portando la bandera peruana, nuestra bandera peruana.